¿Que necesito qué? ¿¿Licencia de qué??

Bueno. Se veia venir. Hace literalmente cuatro días escribo sobre mis objetivos a corto plazo.

Dos de ellos refieren al mismo proyecto.

A ese de crear un conector para sacar los movimientos bancarios. Lo del PSD2open in new window. Ese.

Ok.

Pues no se puede.

¿Cómo?

A ver, se puede.

Yo lo he hecho. Lo tengo programado. De arriba a abajo. Te registras. Te conectas con el banco. Saco los movimientos. Los puedes ver a través de una API.

Me faltaba integrarlo con Integromat o Zapier. Y añadir pasarela de pago.

Y claro, todo esto lo he hecho con el modo «sandbox» del PSD2 de Redsys. Vamos, el entorno de pruebas. Pero ¿qué pasa cuando lo cambio a producción?

Pues eso. Nanai. No se puede. Hace falta un certificado. Que vale varios miles de euros al año.

¿Todo sea eso no? Si al final el problema es dinero, tiene solución, ¿no?

Pues no, por este email que recibí cuando pregunté por el certificado:

He puesto una linea bien gorrrda para que se vea rápido el problema

¿Queda claro, verdad?

Yo obviamente no tengo una licencia del Banco de España para actuar como Fintech.

Pues resulta que no es fácil

Podríamos pensar que esto de una licencia bancaria te la dan y ya está. Pero resulta que no. Resulta que cuando se la dan a alguien, sale en las noticias. Vamos, que es algo complicado. Y yo no tengo ganas de complicado.

Probé la solución fácil.

Pero resulta que no tengo amigos banqueros. Así que, a la escritura de este post, no ha dado resultado. Una lástima.

Y ahora ¿qué?

Pues sólo hay tres opciones:

  • Levanto varios millones y creo Fintonic 2.0 para tener una licencia y poder hacer mi proyecto mensual para entretenerme este.
  • Lo dejo estar, borro los posts y aquí no ha pasado nada.
  • Me busco un intermediario que ya tenga licencia.

Obviamente la tercera es la que tiene sentido. Voy a explorar interné a ver a quién tiene una licencia y me deja usar su puerta de acceso al fantástico mundo del PSD2. Para así poder, finalmente, cerrar este proyecto. Que me va a salir una úlcera.

Nos vemos al otro lado.